Entre las familias campesinas cubanas era frecuente reunirse con vecinos y parientes para entonar décimas y ponerse al día. Al final de aquellos encuentros llegaba el momento para las "Historias de Aparecidos", un entretenimiento que impulsaba su adrenalina justo antes de regresar a sus hogares por caminos oscuros y a través de los montes.
El encuentro con seres etéreos más allá de lo conocido bien pudiera atribuírsele a la fantasía e imaginación de hombres y mujeres poco instruidos. No obstante existe una confluencia de leyendas a todo lo largo de la Isla y fuera de ella que nos hace preguntarnos: ¿Es acaso que se lo inventan? ¿Que factor común relaciona el tema de los cuentos? ¿Pudiera darse el caso que nosotros vivamos alguna experiencia parecida?
Samuel Feijóo, escritor cubano experto en esos temas, viajó por toda la Isla compilando ese tipo historias contadas por sus protagonistas. De esos andares surgió la obra; "Mitos y Leyendas Cubanas". Otro autor; René Batista Moreno, hizo otro tanto años después y basado en sus pesquisas escribió el libro: "Cuentos de Aparecidos para pasar la Noche"
Cada uno de esos volúmenes relata encuentros sobrenaturales con personajes que se repiten como pueden ser; el güije, la madre de aguas, el cagüeiro, la luz de Yara, la llorona, la mariposa Tatagua, la Ciguapa... y otros muy interesantes con relatos tan espeluznantes como bellos.
En mi historia, el personaje principal alcanza vivir entre esos dos mundos, el "real" y materialista, donde lo único que existe es lo que se ve o se palpa, y ese otro en el que todo un elenco de personajes mitológicos cobra vida e interactúa con la cotidianidad.
Son historias que merecen ser contadas y atesoradas como parte fundamental de nuestra cultura.